Por: John Jairo Duque Restrepo, Vicepresidente de Cadena de Abastecimiento Luker Chocolate – Colombia
Ingeniero de Sistemas de la Universidad de Manizales. Especialista en Gerencia de Mercadeo y Ventas. MBA en Dirección y Administración de Empresas. Máster en Alta Dirección y en Supply Chain y Logística Internacional. Cuenta con 20 años de experiencia trabajando en Cadenas de Suministro y actualmente se desempeña como Vicepresidente de Cadena de Abastecimiento para la compañía Luker Chocolate en Colombia.
Día a día observamos cifras en los medios asociadas al cambio climático, donde nos muestran que con cada una de nuestras acciones del diario vivir podemos afectar el planeta; así mismo, encontramos consumidores más interesados en cuestionar cómo es el origen de los materiales utilizados en nuestras cadenas de suministro, las condiciones laborales de las personas y los métodos que intervienen en el proceso. Es esto lo que nos hace más conscientes de nuestra responsabilidad en tomar acciones para lograr un retroceso en estas cifras desde nuestra forma de actuar y, mucho más relevante, desde nuestro proceder como líderes empresariales, aún más cuando sabemos que tenemos una responsabilidad con nuestro planeta y con las generaciones futuras. Como líderes empresariales somos responsables de que todo el diseño de estrategias de negocio siempre se realice con objetivos de triple impacto, es decir, con enfoques sociales, ambientales y, por supuesto, económicos.
Cuando diseñamos la estrategia de nuestra cadena de suministro, la soñamos, la construimos y la ejecutamos sobre un propósito del negocio, apuntando a los objetivos organizacionales y a la meta que nos planteamos a futuro como área. Pero algo bastante relevante es la alineación de los equipos con los valores de la organización, que finalmente componen la cultura de nuestro negocio. Si optamos por una estrategia de sostenibilidad en la cadena de suministro, es importante concientizar a nuestros equipos de que cada decisión, cada proyecto y cada acción tenga un análisis y un enfoque sostenible; este es el principio para la construcción en equipo de estas estrategias, basadas en rentabilidad, en el bienestar de los grupos de interés y en el aporte al medio ambiente. No puede ser una estrategia individual o de un área aislada, sino que debe ser un compromiso del negocio y de quienes estamos en él.
Si optamos por una estrategia de sostenibilidad en la cadena de suministro, es importante concientizar a nuestros equipos de que cada decisión, cada proyecto y cada acción tenga un análisis y un enfoque sostenible.
Es claro que todos trabajamos por que nuestra cadena de suministro sea competitiva en el mercado, por lograr diferenciación, por que nuestros clientes sientan que les brindamos soluciones ágiles y oportunas de forma organizada, por ello considero la importancia de trabajar en un concepto que hoy toma bastante relevancia con un mundo tan cambiante: trabajar en que nuestra cadena de suministro sea dinámica, que sea capaz de adaptarse a distintos entornos y a distintas necesidades de clientes y consumidores, como lo menciona el Dr. John Gattorna en su libro Cadenas de Abastecimiento Dinámicas, “clientes con distintas necesidades con estrategias adaptadas a esas necesidades”. Un claro ejemplo de ello es que la necesidad en la atención de una tienda de barrio comparada con la de una cadena de grandes superficies, o de un cliente de formato de descuento o de un cliente que pide a través de una plataforma Online, no es la misma; todos tienen una necesidad de producto, pero todos con distintos modelos de atención comercial y logístico, lo que implica adaptación.
Por otro lado, por muchos años el enfoque ha sido buscar el máximo en la relación costo/eficiencia/servicio. Sin embargo, este enfoque puede volvernos muy restrictivos; de ahí la importancia de la adaptación. Entender que así como podemos tener clientes cuya necesidad principal es recibir productos a tiempo lo más económicos posibles, podemos tener otros que lo que buscan es la velocidad en la que el costo no es lo principal, o clientes esporádicos que buscan una oportunidad en un momento específico y que están dispuestos a pagar un precio razonable, u otros clientes que normalmente son los que están ingresando a nuestra portafolio buscando la innovación y desarrollo de nuevos productos, aquellos que nos retan día a día a ser emprendedores y a buscar distintas alternativas de atención.
Teniendo claras estas necesidades podemos tener una información relevante para el negocio, que nos permitirá diseñar esas estrategias de atención diferenciadas. Tendremos modelos de alineación dinámicos, con respuestas a cada uno de esos segmentos de clientes y entregando propuestas de valor diferenciadas, lo que nos hace estar un nivel más alto en el mercado. Si hay algo en común en todos los segmentos es encontrarnos con clientes que exigen, o por lo menos será uno de los factores decisorios en la compra, optar por empresas que se preocupen por el planeta y por el entorno, que tengan una estrategia de sostenibilidad clara.
Podemos llegar a pensar que muchas de las iniciativas de sostenibilidad implican mayores costos de operación, sin embargo, a pesar de que algunas de ellas implican inversiones, tienen retornos financieros importantes, sumado al hecho de estar alineados con las necesidades e intereses de nuestros clientes, pero mayor aún el aporte a nuestro planeta.
El uso de la tecnología es otro factor que puede permitir tener información para poder hacer mejoras en la operación, es por ello que otro componente de competitividad es tener claro nuestro mapa de presente y futuro en desarrollo tecnológico, que nos permita identificar las tecnologías que incorporaremos en nuestras operaciones y cómo estas nos ayudan a alcanzar las metas planteadas. Tener claros los aspectos de cómo la tecnología aportará en la experiencia del cliente, cómo transformará nuestros procesos operativos, cómo aportará en nuestro modelo de negocio, y por último y no menos importante, cómo formaremos a nuestros equipos para que puedan abordar estos retos en términos de desarrollo tecnológico. Todo esto nos aportará a la toma de decisiones para ser una cadena de suministro sostenible y competitiva para el mercado, que lleve a nuestros clientes a preferirnos por encima de otros competidores por el hecho de tener estrategias claras con enfoque sostenible.