Una cadena que busca ir más allá de los estándares convencionales

1920 1080 Revista RS Edición 92
Felipe Palacios

Ph.D. en Biología Molecular de la Universidad de Notre Dame y Máster en Administración de Empresas de Tulane University. Cuenta con 20 años de experiencia en la industria farmacéutica. Fue Presidente de PIA (Pharmaceutical Industry Asociation) y Director Comercial Regional de Abbott para América Latina. Actualmente es Gerente General Regional Norte de la Bio-farmacéutica AbbVie.

Mientras una persona espera a que le sea suministrado un medicamento en la sala de urgencias, en alguna habitación de una clínica o en la sala de su casa, en el exterior están pasando una serie de eventos que harán posible que esto suceda de una manera eficiente para el paciente. 

Si vemos detenidamente el proceso, este comienza con la industria manufacturera que elabora los medicamentos, pasa por los operadores logísticos internacionales, los operadores de aduana, los transportadores, los centros de distribución, hasta llegar a las EPS e IPS y de ahí a donde lo necesita el paciente.

Como se ve, mover este ecosistema implica el engranaje de varios actores que trabajan de manera integrada para lograr al final del día, un medicamento que pueda ayudar a un paciente que lo necesite.

Según un informe de Mckinsey&Company anualmente se destinan aproximadamente unos 230 mil millones de dólares en productos farmacéuticos y 122 mil millones de dólares en dispositivos médicos. Sin embargo, con la implementación de una eficiente cadena logística de abastecimiento, el sector tendría el potencial de mejorar los márgenes en 130 millones de dólares y se podría garantizar mayor seguridad clínica, así como efectividad en la atención de los pacientes.

De acuerdo a lo anterior, la integración entre los diferentes actores del sector, bajo el modelo de la cadena de suministro, hace que el sistema sea más eficiente a la hora de realizar acciones como la compra centralizada de medicamentos, controlar el vencimiento de los mismos, ahorrar costos al sistema y lo más importante, lograr mayores estándares de seguridad para el paciente. Como ya se ha comprobado en algunos ejercicios que se han realizado en Colombia y en el mundo, este modelo beneficia la eficiencia de los procesos que se traducen en el bienestar del paciente.

Ahora bien, la pregunta que algunas personas se hacen, es ¿cómo es posible poner de acuerdo a tantos actores que hacen parte del proceso? 

La respuesta es clara, fue necesario pensar en las diferentes etapas del flujo de la cadena de suministro y definir objetivos en conjunto para construir buenas prácticas como comunidad y no como actores individuales.

En AbbVie, por ejemplo, contamos con la ayuda de nuestros operadores logísticos, distribuidores y aliados estratégicos, en ellos nos apalancamos para brindarles siempre a nuestros pacientes la mejor calidad en los productos. Lo anterior, se resume en un sistema de operación amplio que debe atender a 23 países que son los que hacen parte de la Región Norte.

La clave está en la confianza que hemos construido y consolidado con todos nuestros aliados a largo plazo, esto, teniendo en cuenta que tenemos distribuidores con los cuales llevamos más de 10 años juntos. Trabajo que se ha basado en generar eficiencia, con estándares éticos y de cumplimiento, alineados a nuestra razón de ser, que es el cómo, más allá de los resultados.

Es importante destacar que uno de los factores más relevantes de la cadena de suministro responsable y sostenible, es la realización de un market research, que permite conocer a profundidad cuáles son los socios estratégicos que cuentan con experiencia de manejo de portafolios como el nuestro. Es así, como se empieza a hacer un análisis de quiénes son los más idóneos y qué capacidades tiene cada uno. 

Un factor esencial para el éxito de una cadena de suministro, siempre será la realización de contratos a largo plazo que creen una fuerte sensación de compromiso a lo largo del tiempo.

¿Y cuál es el secreto para estas relaciones duraderas y de largo plazo? sin duda, siempre es más importante el cómo, que el resultado mismo, y la meta está en replicar este mensaje a todos los distribuidores, operadores logísticos y socios estratégicos; bien sea en una farmacéutica, fábrica de insumos de primera necesidad o en un emprendimiento que apenas esté comenzando con sus operaciones.

Igualmente, la trazabilidad es uno de los factores que debe ir de la mano con todo este proceso de suministro, porque al identificar el origen de los componentes del producto, se le otorga a los productores la posibilidad de poner sus productos en mercados específicos más rentables, en los que se exige la certeza del origen y de las distintas etapas del proceso productivo.

Nos encontramos en un momento en el que cualquier acción que podamos realizar de forma articulada puede hacer la diferencia para ayudar a que la atención del paciente sea óptima. Generar estos lazos entre toda la cadena significa avanzar a pasos agigantados y se logrará un beneficio hacía el bienestar del paciente, quien es finalmente, la razón de ser de los actores del sistema.