Gestión Humana y Sostenibilidad: buenas prácticas laborales

1920 1280 Revista RS Edición 97

Por:  Nilton César Chumacero Calle, CEO,  Happy Talent by Nilton Calle – Perú

Magister en Gerencia Pública por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Máster en Dirección de Recursos Humanos por la EAE Business School, España. CEO de Happy Talent by Nilton Calle, Consultora en Gestión del Talento y los Negocios. Catedrático universitario, mentor empresarial, consultor y emprendedor de negocios. Más de 20 años de experiencia laboral en distintos sectores empresariales.

Según estudios de motivación en el trabajo, más del 40 % de los trabajadores en una empresa no se sienten apreciados por sus empleadores; el 77 % de los trabajadores en las empresas se implicarían más en sus labores si sintieran que sus logros son reconocidos y, por último, un buen programa de incentivos podría incrementar en más del 40 % la productividad de los trabajadores.

Estos datos apuntan a una situación interesante y crítica dentro de las organizaciones, ahora habría que preguntarnos, para luego hacer un análisis profundo de la situación, ¿Qué estamos haciendo las organizaciones o los trabajadores para generar espacios, ambientes y entornos que propongan situaciones motivantes cuyos resultados se reflejen en beneficios para todos? ¿Nos preocupamos realmente las empresas porque nuestros trabajadores se encuentren física y emocionalmente bien? ¿Las condiciones laborales en las que nos encontramos son las óptimas?

Responder estas interrogantes y proponer mecanismos o herramientas que contribuyan a tener trabajadores motivados, sanos y proactivos tiene que ver con las condiciones laborales que las organizaciones brindan, siendo estas para empezar, las buenas prácticas laborales, el cuidado de la salud mental y el desempeño de estos en su espacio de trabajo, sea en la oficina, en su casa o desde donde se conecte.

Para empezar, definamos y contextualicemos estas situaciones.

Buenas prácticas laborales y sostenibles: un concepto por el cual las empresas, más allá de estar enfocadas en obtener ganancias, deben actuar de manera responsable y comprometida ya no solo con los trabajadores y con el entorno en el que trabajan, sino también con el medio ambiente.

Estas prácticas se consideran fundamentales para el crecimiento de la organización a partir de la generación de un clima laboral adecuado, de condiciones óptimas de trabajo, de reconocimiento sincero por las actividades o funciones que los trabajadores realicen, del respeto a los principios y derechos fundamentales en el trabajo.

Financiera y económicamente, las buenas prácticas laborales, relacionadas estrechamente con la Responsabilidad Social Empresarial, se convierten en una inversión en el tiempo, ya que al tener trabajadores realizando sus actividades en entornos motivantes, desafiantes y agradables, y con insumos, mobiliarios inmejorables, sus niveles de eficiencia y productividad se verán incrementados.

Salud mental: Como componente esencial e integral de la salud de las personas, corresponderá a las organizaciones, velar por el adecuado trato y óptimo ambiente de trabajo brindado a sus trabajadores.

La OMS señala que la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y es a partir de esto, que tanto empresas, trabajadores y comunidad deberán unir esfuerzos para lograr alcanzar el máximo nivel de bienestar individual y colectivo.

Trabajos híbridos: Durante, y a medida que pasa la pandemia, las organizaciones empiezan a considerar una serie de esquemas laborales que garanticen el retorno gradual y seguro a las oficinas o adoptar un modelo remoto o híbrido de trabajo que avale adecuados niveles de eficiencia y productividad.

Respecto al trabajo híbrido, este es aquel donde el trabajador realiza sus actividades compartiendo sus labores tanto en la oficina como en su casa o desde donde decida hacerlo.

Ante estas definiciones, es de primordial necesidad e importancia, que las organizaciones elaboren protocolos de convivencia diaria para todos sus trabajadores, que, sin importar niveles jerárquicos ni actividades por realizar, cimenten las buenas y productivas relaciones entre ellos, además de recibir el reconocimiento oportuno por la consecución de objetivos y metas, de respetar su diversidad y de garantizar sus derechos laborales.

Se hace necesario también, que se edifiquen ambientes de trabajo insuperables que garanticen el desarrollo de las actividades con total libertad, la disponibilidad del mobiliario, los insumos y materiales con los que trabajen, equipos tecnológicos óptimos, así como una comunicación y escucha activa permanente.

Si fuera el caso de realizar sus trabajos de manera híbrida (combinación entre lo presencial y virtual -en oficina, casa o cualquier lugar-), deberán ser las organizaciones las que brinden todo el soporte físico y tecnológico que los trabajadores requieran. Laborando desde casa, será imprescindible contar con un espacio físico adecuado y mobiliario en perfecto estado que garantice no solo la comodidad de un buen ambiente, sino también el cuidado de la salud física y mental de ellos.

Para generar, mantener y desarrollar buenas prácticas laborales, las organizaciones, de manera conjunta con los trabajadores, deberán diseñar estrategias que les permita identificar las situaciones y actividades que brinden un trabajo productivo y alcanzar el logro de objetivos.

Entre estas se proponen:

  1. Comunicación constante y horizontal, generando sentimientos de pertenencia para con la empresa, mejorando el clima laboral, agilizando procesos y aumentando la capacidad de resolver conflictos.
  2. Motivación, compensando resultados diarios, delegando autoridad, brindando confianza en el desarrollo de nuevos proyectos, estimulándolos a través de incentivos monetarios o emocionales, entre otros.
  3. Empatía, comprendiendo y asumiendo lo que sienten y desean los demás dentro de la organización.
  4. El respeto de los derechos laborales y sindicales, así como el cumplimiento de la legislación aplicable.
  5. Un salario adecuado que garantice alcanzar las condiciones de vida digna, alimentación, salud, vestimenta, educación de calidad, esparcimiento.

Lo que viene ahora para las organizaciones debería ser sencillo, generar ambientes y espacios de trabajo insuperables, considerando que, como decía Víctor Pauchet “el trabajo más productivo, es aquel que sale de las manos de una persona contenta”.

Para generar, mantener y desarrollar buenas prácticas laborales, las organizaciones, de manera conjunta con los trabajadores, deberán diseñar estrategias que les permita identificar las situaciones y actividades que brinden un trabajo productivo y alcanzar el logro de objetivos.

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