Integración y comunicación

1920 1080 Revista RS Edición 92

Sergio Hidalgo

Ingeniero industrial de la Universidad Militar. Ha trabajado en empresas de telecomunicaciones desempeñando cargos como analista de logística hasta supply chain manager de cuenta empresarial. Actualmente es Gerente de Cadena de Abastecimiento de Colombia y Perú para Haifa Group.

 

Quiero empezar hablando sobre la sostenibilidad, hoy en día se ha convertido en una gran palabra de moda, tanto en el mundo empresarial actual como en las facetas más amplias de la sociedad. No es difícil, por ejemplo, revisar los procesos de compras online actuales y recibir promesas de entregas en tiempo récord, plataformas de tracking 24 horas o el icónico eslogan de ¨te entregamos en la puerta de tu casa¨.

Para mí, las empresas tienen claro que su cadena logística debe ser si o si competitiva en todo sentido, y más en la actualidad cuando todos los servicios se pueden tercerizar y el mercado ya no está monopolizado por unas cuantas compañías dedicadas al envío y recepción de mercancía (nacional e internacional). Más allá de esto, considero que hay dos impulsores de competitividad y sostenibilidad para esta creciente oleada: integración y comunicación, incluyendo desde luego características de oferta y demanda que rodean el consumo y comportamiento del mercado, una mayor comprensión de la tecnología relacionada con la logística y una mayor transparencia en relación con las acciones ambientales y sociales de las organizaciones.

La integración, debe ser enfocada en lo que las compañías consideran que puede afectar su cadena logística. Integrar cada uno los problemas que deberían ser relevantes para todos los gerentes es una necesidad fundamental, porque sus partes interesadas (clientes, organismos reguladores, organizaciones gubernamentales y privadas e incluso sus propios empleados) exigen cada vez más que las compañías con las que trabajan tengan como fortaleza la logística y que no se convierta en una variable restrictiva la hora de competir por un negocio.

Por ejemplo, trabajar con canales de distribución requiere que se realice la tarea de involucrar a todos los actores posibles alrededor de soluciones que deben estar dispuestas, analizadas y sustentadas desde el gerente de cadena de suministro, revisando uno a uno los puntos críticos no solo que puedan intervenir en su alcance, si no también pensando fuera de la caja y viendo a los distribuidores como realmente partners y al cliente final como el punto de partida y no de fin para para optimizar los procesos de logística.

Una de las tareas más difíciles es intentar quitarle protagonismo al afán de centrar las decisiones únicamente en los costos, que, si bien son una parte vital en una buena cadena de suministro no son aquello que la hará competitiva y sostenible.

Establecer medidas como un punto de control (aunque lo llamaría punto de integración por su objetivo) es un diferenciador en donde se evalúan los posibles oportunidades de venta de proyectos desde su producción hasta su entrega al cliente final con información transparente hacia todos los actores involucrados, de esta manera asegura que, inclusive, si el proyecto no se vende los product managers conocen los lead times de los productos y las soluciones de empaque; el Project manager y sus expertos técnicos tienen conocimiento de toda la solución logística y al mismo tiempo el distribuidor, como agente externo, sabe si hay o habrá algún problema que le representará un impacto en su operación. El controller financiero, por su lado,  tiene en su mapa los riesgos y costos logísticos generando una verdadera integración de la cadena de suministro basada netamente en compartir y extender los problemas y dificultades a cada uno de los involucrados.

Por otra parte, es necesario tener presente que la actualidad ha llevado a que las cadenas de suministro sean redes tan complejas en donde la comunicación es crucial para el éxito y, sin embargo, es sorprendente que la comunicación sea una de las áreas que se necesita mejorar. Alinear las operaciones a lo largo de la cadena de suministro, desde la producción hasta el usuario final es clave. Imagínese sentir tal frustración por no saber en dónde se encuentra su pedido y más grave aún no recibir ningún preaviso del inconveniente. Y es que, a lo largo de la cadena de suministro, las fallas de comunicación cuestan tiempo y dinero llegando a impactar la reputación de una empresa.

Las cadenas de suministro consisten, también, en un ejercicio cíclico de comunicación y coordinación, en donde el cliente es quien debe conocer todo lo que ocurre, la mayor cantidad de detalles relevantes con la mayor brevedad y simpleza posible, puesto que una falla en cualquiera de los eslabones afecta instantáneamente la cooperación conjunta (el cliente debe ser visto como un cooperador en nuestra logística).

Es responsabilidad entonces, del gerente de la cadena de suministro no solo compartir información, sino asegurar que esta relacione de la mejor manera, a cada uno de los agentes, en el sentido de cómo mejorar y ser más competitivos. Comunicar hasta para cambiar el chip, en donde las reuniones no solo se organicen para dar seguimiento de cuadros o templates inútiles, si no para compartir un plan de acción y resaltar aún más las oportunidades para ser competitivos, desde la toma de decisiones como impactar positiva o negativamente en algunos casos, como por ejemplo, la selección y el desarrollo de proveedores, la selección de modo y compañía transportista, la ruta del vehículo, rotación de inventario y donde establecer las bodegas por ubicación y eficiencia, las decisiones de despacho y las opciones de empaque, entre otras.

Es hora de empezar a sugerir fuertemente que la sostenibilidad es una licencia para hacer negocios en el siglo XXI, y la gestión competitiva de la cadena de suministro es un componente integral de esta licencia.