¿A quién no le ha pasado que ha ido al supermercado o a su tienda preferida, buscando un implemento básico de aseo, como el papel higiénico, y no lo ha encontrado? Algo totalmente impensable, en el contexto normal se volvió una situación común durante los meses de marzo y abril, debido a las compras de pánico impulsadas por el coronavirus.
Según Fenalco el top 3 de las compras de los hogares colombianos, durante la pandemia han sido: el jabón líquido, el papel higiénico y los medicamentos sin fórmula médica.
Esto es un fenómeno que no solamente se ha visto en Colombia, en el Reino Unido se ha llegado a reportar hasta un 54% de unidades de almacenamiento de Acetaminofén agotadas a nivel nacional, y hasta un 19% de desabastecimiento de papel higiénico.
Han surgido múltiples explicaciones que buscan dar respuesta es este tipo de comportamientos durante la pandemia; la más aceptada entre psicólogos es el incremento a la sensación de seguridad y control que generan las compras abundantes en una situación extraordinaria. De acuerdo con Paul Marsden del University Arts London, el término adecuado para explicar las compras que influyen y manejan el estado de ánimo de las personas durante una crisis es retail therapy; pero ¿cuál es el impacto de este tipo de conductas en las cadenas de abastecimiento y cómo es posible mantener el control para mejorar la capacidad de respuesta de las organizaciones proveedoras de insumos durante una pandemia?
Empecemos por diferenciar demanda de consumo. La realidad es que aunque las personas empezaron a comprar más papel higiénico y más jabón líquido, el consumo no incrementó en igual medida. Es aquí donde está la clave para entender otro concepto: bullwhip effect o efecto látigo. Este término, se refiere a las ineficiencias en la cadena de abastecimiento y distorsión de los niveles de inventario generados por pronósticos erróneos de la demanda. Estas disociaciones usualmente se generan en los puntos más cercanos al consumidor y se amplifican a medida que se transmiten a los eslabones superiores de la cadena. Un ejemplo de ello es lo que le sucedió a Volvo en los años 90, cuando abrumados por los altos niveles de inventario de carros verdes, la compañía hizo una promoción de liquidación en todos sus concesionarios sin avisar a sus plantas de producción y a los Original Equipment Manufacturers – OEM. Estos últimos reaccionaron al incremento de la demanda con una mayor producción, ocasionando mayores niveles de inventario a final del año en toda la cadena de abastecimiento de la empresa.
Este tipo de situaciones se generan habitualmente a nivel del distribuidor por la falta de coordinación con los demás niveles de la cadena; sin embargo en el caso del papel higiénico y de los implementos de aseo, el efecto látigo fue generado por el consumidor. En este caso ni las tiendas, ni los distribuidores, ni los productores almacenan una gran cantidad de este tipo de productos, ya que su demanda es poco variable a lo largo del año y su costo y margen de ganancias son relativamente bajos; es por esto que no se justifica el costo de almacenamiento. Todos los productores que hayan decidido aumentar la producción de jabón líquido, o de otros implementos de aseo, en las próximas semanas se encontrarán con que la demanda será menor a lo habitual; esto se debe a que la gente habrá acaparado suficiente inventario para su propio consumo por varias semanas. Esta situación los llevará a tener pérdidas, no solo por la inversión que tendrán que hacer en almacenamiento, también por la reducción de precios que se va a presentar debido a los altos niveles de inventario que va a haber en los supermercados.
Ahora, ¿cómo impacta el efecto látigo en esta situación? Además de la incomodidad que genera no encontrar papel higiénico para el consumo en casa, este fenómeno tiene otras consecuencias más preocupantes. En el caso del jabón y de los desinfectantes para manos, esenciales para combatir el coronavirus y disminuir las probabilidades de contagio; no tener acceso a estos productos impacta directamente en la curva de crecimiento de personas infectadas, además genera mayores niveles de ansiedad a quienes no pueden acceder a ellos.
Gracias a retailers de e-commerce que han reaccionado rápidamente, y han ampliado sus capacidades de distribución a consumidores y de compra a proveedores, el impacto en la población por el agotamiento de implementos básicos de aseo ha disminuido. Sin embargo, no hay que olvidar que estos problemas inician en la forma en la que compramos, inclusive durante las situaciones de crisis.La responsabilidad individual es fundamental, es importante pensar siempre en la forma en la que nuestros hábitos afectan a la comunidad y a la sociedad en la que vivimos.
Increíble esta columna. Muchas gracias por compartir este conocimiento.