Insights en las tendencias en Inversión Responsable Hispanoamericana

1280 720 Revista RS Edición 99

Por:  Javier Quinteros, Consultor ASG Senior en Governart

Egresado como Ingeniero Agrónomo con mención en Gestión Ambiental de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Trabajó 6 años en VigeoEiris/Moody’s ESG Solutions como Analista Senior ASG. Actualmente es Consultor ASG Senior en Governart, liderando el proceso del Ranking ALAS20 2022.

Desde hace algunos años, los inversionistas de Hispanoamérica, han venido reforzando sus prácticas para incorporar los factores ASG dentro de sus procesos de inversión, reconociendo la importancia de estos factores para la evaluación de riesgo y la toma de decisiones de los fondos administrados. De cara al año 2023, la incorporación de estas temáticas en el mundo financiero se hace cada vez más concreta, la cual se ve reflejada por cambios respecto de las expectativas en las prácticas y divulgación de estrategias de sostenibilidad de las empresas, tanto a nivel de los reguladores como de los inversionistas. De esta manera, se ve que a este año, los inversionistas ya incorporan de forma más íntegra los distintos procesos de gobernanza, estrategia e investigación para considerar los factores ASG en sus procesos de inversión. 

El proceso anual del Ranking ALAS20, busca ser una iniciativa que analiza y califica a los inversionistas, según la divulgación de las prácticas que utilizan para considerar los factores ASG en su análisis y decisiones de inversión, cuya metodología está alineada con los 6 principios de Principles for Responsible Investment (PRI), específicamente con el PRI Reporting Framework, en su módulo 2 llamado Investment and Stewardship Policy 2021.  A raíz de los resultados obtenidos del proceso ALAS20 correspondiente al año 2022, donde participaron de manera activa un total de 22 inversionistas latino e hispano-americanos, podemos observar de manera cuantitativa, los avances alcanzados por estos inversionistas en estas temáticas.

Como un ejemplo concreto, los puntajes promedio obtenidos por país, han aumentado de manera significativa entre el estudio de inversión responsable del año pasado y el presente, con la única excepción siendo Colombia. Sin embargo, países como Perú y España, los cuales se presentaban con puntajes “regular” e “insuficiente” el año anterior, aumentaron en 17 y 38 puntos (en una escala de 0 a 100) respectivamente, mientras que México, quien ya poseía un puntaje “satisfactorio” el año pasado, aumentó en 14 puntos, obteniendo un desempeño “destacado”.

Observando las mejoras en prácticas concretas, un 50% de los inversionistas que participaron del proceso, declara incorporar factores ASG en su asignación estratégica de activos este año, versus un 30% en el estudio del 2022.  De forma similar, 74% de ellos declaran incorporar el Cambio Climático en las creencias y políticas de inversión de su organización, versus un 55% en el estudio de 2022. Otra mejora, es el incremento en el porcentaje de inversionistas que declara utilizar el análisis de escenarios climáticos para evaluar los riesgos y oportunidades de inversión relacionados con el clima en su organización, el cual aumentó de un 37% a un 45% en el último año.

Si bien sigue existiendo una oportunidad de mejora, cabe destacar que varios inversionistas que no utilizan el análisis de escenarios climáticos, declaran al menos seguir recomendaciones en la materia, o encontrarse en un proceso en curso para avanzar hacia la identificación de dichos riesgos.

Elaborando el punto anterior, las prácticas relacionadas a la integración de Cambio Climático en las estrategias de inversión, se han visto profundizadas este año por los inversionistas. Todos los inversionistas evaluados en la categoría de Gobierno Corporativo de ALAS20, declaran poseer sistemas de gobierno corporativo que determinan responsabilidades de gestión, evaluación y supervisión de los riesgos y oportunidades asociados al cambio climático, en variados niveles. Similarmente, un 95% de los inversionistas evaluados en la categoría de Inversión Responsable, declara considerar los riesgos asociados al Cambio Climático dentro de sus horizontes de inversión. 

Asimismo, también son evaluadas las prácticas de engagement: también conocidas como “relacionamiento activo” o “relacionamiento directo”, son un proceso de relacionamiento entre empresas e inversionistas, y tienen un impacto positivo directo en ambas partes al abordar temáticas ASG. Asociado a las mejores prácticas de engagement reportadas por los inversionistas, un 95% de los inversionistas evaluados en la categoría de Inversión Responsable, declara que el enfoque de engagement de su organización está públicamente disponible en su política de Inversión Responsable y a su vez, todos los evaluados en esta categoría, declaran contar con una descripción de los elementos de la política de engagement o su enfoque general de engagement. 

En general, se puede observar que aquellos inversionistas que han adherido a PRI más recientemente, suelen presentar desempeños menos avanzados, lo cual se evidencia en que en varias entidades evaluadas, aún existe espacio para movilizar a más personas sobre la inversión responsable dentro de estas organizaciones. En países como Chile, se evidencia que los desafíos actuales se encuentran asociados a la divulgación y el apoyo de los distintos inversionistas en materia ASG y de inversiones responsables, de manera que estas prácticas se apliquen de manera más homogénea y ayuden al mercado de valores a establecer estándares más alineados con los establecidos a nivel internacional. Por otra parte, en países como España o México, donde los inversionistas evaluados tienen más años de experiencia en su participación con el PRI, las áreas de mejora tienden a estar asociadas, a la falta de claridad de la información declarada en su documentación pública, o a la poca profundidad de las prácticas declaradas para abordar ciertas temáticas. En estos países, parece haber claros líderes que pueden constituir un ejemplo para el resto de los inversionistas presentes y los documentos marco publicados en la materia pueden ser un insumo en el que se pueden apoyar para avanzar en la inversión responsable.

Finalmente, si bien aún hay áreas de mejora asociadas a temáticas de cambio climático o engagement en la región -como lo es la incorporación de escenarios climáticos en la evaluación de riesgos y oportunidades de inversión, o la formalización de las prácticas de engagement colaborativo-, en general se observa que el mayor y más frecuente diferenciador entre los distintos nominados, es la disponibilidad de información y su nivel de transparencia. Así como es relevante para las distintas partes interesadas de las empresas el contar con información para su toma de decisiones, a su vez, la forma y transparencia de la información entregada por los inversionistas, será relevante para poder generar un sistema financiero más sostenible y poder ir incentivando al mercado a avanzar en la incorporación de materias ASG en sus procesos.

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