Los líderes necesitamos una causa justa

¿Por qué los líderes necesitamos una causa justa?

1920 1080 Revista RS Edición 94

Por: Gloria Andrea Cortés Duarte, Directora de Talento Humano de Bancóldex – Colombia

Abogada de la Universidad de la Sabana, Especialista en Derecho de Seguros de la Pontificia Universidad Javeriana y MBA del Inalde Business School. Cuenta con una sólida trayectoria en banca de desarrollo en donde ha podido liderar frentes de gobierno corporativo, seguros y  gestión humana, desde el área legal y de gestión humana. Actualmente se desempeña como Directora de Talento Humano de Bancóldex y escritora en temas de desarrollo personal y profesional, el contenido se encuentra disponible en LinkedIn.

Hoy en día, las organizaciones son mucho más conscientes de la necesidad de formar buenos ambientes laborales para lograr grandes resultados. Un factor muy importante en esta ecuación es la contribución que hacen sus líderes para inspirar y movilizar a los equipos de trabajo hacia el logro y el cumplimiento de las metas trazadas, así como en la generación de soluciones creativas cuando se presentan los problemas o, también, en asegurar que nuestra compañía siga satisfaciendo las necesidades y las expectativas de nuestros clientes. 

Aunque no existe una fórmula mágica para el éxito, sí podemos recurrir a encontrar o empoderar líderes con una “mentalidad infinita”. De acuerdo con Simon Sinek en su libro «El juego infinito», los líderes con este tipo de mentalidad son aquellos que promueven una causa justa, construyen equipos de confianza, estudian a los dignos rivales, se preparan para la flexibilidad existencial y demuestran valentía para liderar.

Si bien, Sinek menciona que las cinco características anteriores son necesarias, yo considero que la de «Promover una causa justa» nos une a todos como seres humanos, porque nos invita a través de nuestras acciones, en lo personal y lo laboral, a contribuir con un futuro más grande y mejor para toda la sociedad. Él señala que, para que una causa sea justa, es necesario que esté a favor de algo, sea inclusiva, esté orientada al servicio, sea resiliente y sea idealista. 

A lo mejor ustedes, al igual que yo, estén pensando que desde una perspectiva académica esto suena muy bien, pero si queremos llevarlo al día a día empresarial ¿por dónde podríamos comenzar?  La respuesta la podemos encontrar en estos cuatro sencillos pasos:

1. Revisar la visión. El desarrollo sostenible es un reto que todas las compañías y líderes deberíamos afrontar, por eso vale la pena preguntarse si la visión de nuestra compañía está asociada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS- propuestos por la Organización de las Naciones Unidas -ONU-. Por ejemplo, si mi industria hace parte del sector de alimentos ¿la visión está asociada con poner fin al hambre en el mundo?, o si estamos en el sector de la educación, ¿qué estamos haciendo para garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad? 

Los ODS son tan inclusivos que cualquier industria se puede ver allí representada y poner su granito de arena para contribuir a su logro.

2. Ponerlo en la agenda. Si usted es un líder en su organización, y después de revisada la visión, se da cuenta que no ve reflejada la contribución de su compañía a los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS- por ningún lado, elija uno que tenga sentido para su industria y propóngalo. Usted podrá tener una conversación muy interesante con el comité directivo o con la junta directiva, y así no solo pueden trabajar en la rentabilidad de la empresa, también puede mejorar su impacto social y ambiental.

 3. Compartir los retos. Una vez elegido el ODS en el que se quiere trabajar, transfórmelo e inclúyalo dentro de las metas de la compañía. Comparta con todos los funcionarios los retos financieros, ambientales y sociales para el año, e invite a todos los líderes de la organización a tener conversaciones con sus equipos acerca de la importancia de cumplir en todos los frentes. Esto va más allá de la filantropía, lo que busca es que todos podamos conocer cómo el trabajo o la contribución diaria, sumada a la de otros, puede conseguir un propósito superior. 

4. Informar el impacto que logramos. Después de trabajar fuertemente en superar las metas que nos trazamos, debemos compartir con nuestros grupos de interés los resultados que obtuvimos y el impacto que conseguimos. Una de las formas más tradicionales que tienen las compañías para compartir estos resultados son los reportes anuales de sostenibilidad, sin embargo, como la misión de un líder es inspirar y mostrar el impacto que se tiene al alinear la visión con los ODS, lo mejor es mostrarlo a través de sus beneficios y beneficiarios. Por ejemplo, mostrando el aporte que se hace a la disminución de la contaminación o recopilando testimonios de personas, grupos o comunidades a los que se hayan visto positivamente impactadas sus vidas por las acciones de nuestra compañía.

Estos sencillos pasos, si se hacen con sinceridad y seriedad, logran que todas las personas de la compañía se sientan movilizadas a contribuir y se convierte en un círculo virtuoso, donde todos quieren aportar: los miembros de la junta directiva, los líderes de la compañía, los colaboradores individuales, los clientes, incluso los proveedores. 

Creo que un gran ejemplo de estos aportes lo hizo Cine Colombia con «La Ruta 90», una iniciativa que permitió llevar las salas de cine a lugares del país donde nunca se pensó ver un cine, es así como llegaron a 357 poblaciones, en 288 municipios en 29 departamentos del país, según lo reportó el periódico El Tiempo en su edición del 7 de junio de 2019.

Para los que podrían pensar que esto es cuestión de unos pocos, la realidad es que hay muchas empresas en Colombia que tienen los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS- en sus agendas, algunas son:  Bancolombia, Davivienda, Alpina, el grupo Nutresa, EPM, Colombina, Cemex, la organización Corona, entre otras. Si nos lo proponemos, al interior de nuestras organizaciones, podríamos aportar al igual que estas grandes empresas a contribuir para el logro de los ODS.

Por eso, los invito a que busquen su causa justa, a permitirse que con valentía logren movilizar a sus equipos para hacer de este mundo un lugar mejor, y permitir que al final del día muchas personas lleguen a sus casas sabiendo que están trabajando para lograr un propósito superior. Como dijo alguna vez Eleanor Roosevelt «El futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus sueños», mi sueño es que existan muchos líderes inspirando a sus equipos para trabajar de manera conjunta en el logro de ODS ¿me ayudan?

Los invito a que busquen su causa justa, a permitirse que con valentía logren movilizar a sus equipos para hacer de este mundo un lugar mejor, y permitir que al final del día muchas personas lleguen a sus casas sabiendo que están trabajando para lograr un propósito superior.

2 comentarios
  • Expectacular, un artículo muy instructivo de los que incentiva y dan coraje para emprender y seguir trabajando en nuestros sueños.

    Felicitaciones 👏

  • Excelente, palabras que nacen desde el corazon, nuestro mundo necesita personas como tú.
    Felicitaciones.

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