Sara Constantino Dereix es Amante del planeta tierra y todo lo que lo habita. A esta joven influenciadora colombiana le apasiona aprender sobre estilo de vida en armonía con la naturaleza y compartir sobre lo que vive en sus redes @la.econstantino. Facilita retiros de naturaleza y talleres con la intención de tener una vida más sostenible y consciente. También colabora con fundaciones internacionales empoderando comunidades remotas en Colombia a través de energías renovables y conectando jóvenes que trabajan por la conservación del medio ambiente.
¿Cómo concibe la responsabilidad social en su vida?
[SC] Bueno, realmente la responsabilidad social es algo que es transversal a muchísimos aspectos de mi vida, no solamente mi parte laboral, sino también mi lado personal. He ido aprendiendo a realmente conocer de primera mano las realidades tan diferentes que habitan este país y el resto del mundo. He aprendido a reconocer todos esos privilegios que tengo y ponerlos al servicio de las personas y el medio ambiente, porque realmente eso es lo que tenemos que hacer con los privilegios, que al menos sirvan para abrirle espacio a las otras personas que todavía no los tienen, y así poder crear una sociedad mucho más equitativa y justa.
Desde su rol, ¿Cómo contribuye para construir una sociedad mucho más justa y responsable?
[SC] Desde muchísimos factores. Como decía desde lo profesional, he decidido enfocar mi carrera para ponerla al servicio de las personas y de la naturaleza. Eso lo hago a través de trabajar con fundaciones como lo son Give Power Foundation, que trabaja con energía solar. Le damos sistemas comunitarios a diferentes comunidades para que a través de la energía puedan solucionar situaciones a las que se enfrentan y así empezar a crear más equidad desde la ruralidad. También trabajó con WWF, que busca condiciones más justas para las comunidades indígenas, para las comunidades rurales, campesinas y para la naturaleza. También colaboro con «Un mundo en balance».
¿Entonces qué más puedo hacer? Y esto pasa desde el yo misma reconocer esos privilegios y esas oportunidades que tengo y que he tenido. Que realmente pienso que fue una gran casualidad haberlas tenido, tuve la suerte de haber nacido en donde nací, con las condiciones en las que nací y por eso decido poner eso al servicio de las demás personas. No deberían existir privilegios, sino que deberíamos de estar en una sociedad mucho más justa. Entonces, en mi ámbito personal, lo hago a través de generar conciencia, en mis redes sociales trato de ir compartiendo lo que voy aprendiendo, las cosas que voy encontrando, las realidades que voy viviendo. También esas otras realidades las comparto en redes sociales para empezar a crear también esa esa conciencia y que todos nos acerquemos más a esos retos que tenemos y motivar a las personas a actuar y también aún más, siempre me gusta apoyar con dinero, con donaciones, a otras fundaciones, líderes, proyectos que están haciendo las cosas bien, que están en el terreno, trabajando, untándose las manos. Y porque también podemos. Esa es una forma muy valiosa de aportar. Todos podemos contribuir realmente desde lo que hagamos. Sabiendo eso, qué bueno que yo pudiera ponerme al servicio de las personas y de la naturaleza. ¿Y eso cómo lo hago? La forma más sencilla es donando dinero. Así nos nos aseguramos de que ese dinero va a estar muy bien invertido.
¿Qué falencias ha encontrado en las estrategias promovidas organizaciones, frente a temas de desarrollo social?
[SC] Las falencias que encuentro es que a veces los programas tratan de solucionar temas muy específicos y no a una visión estructural y más global de todas las cosas que están pasando y los retos a los que se enfrentan las personas en la ruralidad y que definitivamente, muchas veces las soluciones vienen desde un lugar muy cómodo. Personas en la ciudad, aportando desde la visión desde allí. Pero, ¿realmente nos involucramos en la visión de las personas en territorio, que son quienes conocen cómo funcionan las cosas en sus comunidades, cómo son las vivencias y, sobre todo, cuáles son las necesidades y prioridades que quieren tener? ¿o a las que quieren priorizar? Mejor dicho, las necesidades que quisieran priorizar. Entonces esa es una de las falencias. Yo creo que realmente se necesita un acompañamiento prolongado con proyectos que vayan apuntándole a situaciones estructurales para poder hacer cambios que realmente impacten a las comunidades a largo plazo, no cosas que que sean como «pañitos de agua tibia», a veces tratando de solucionar unas cosas muy superficiales y no realmente ir a las raíces y a las causas de los problemas.
¿Qué invitación le hace a los líderes empresariales para que aporten a la construcción del país?
[SC] La invitación que le hago a los líderes empresariales para que aporten a la construcción de país, es que de verdad en el momento en el que estamos viviendo ahora, aportar a esa sociedad más justa es lo mínimo que pudiéramos hacer. Tenemos que darle un vuelco realmente a la forma en la que concebimos nuestras empresas para que todas estén solucionando problemas. Ya no vale simplemente aportar por los lados, sino que qué bueno sería que desde el principio nuestras empresas sean construidas sobre bases sociales y ambientales para que estuvieran dando soluciones a la sociedad.
Y complementando la respuesta anterior de las empresas, realmente la colaboración empresarial es lo que más nos está haciendo falta. Digamos que hay muchísimo poder y capacidad tanto de investigación y de ejecución en proyectos que realmente transformen la sociedad y que es de la mano de las empresas o más bien liderado por las empresas que podemos llegar a esa sociedad justa que soñamos, y una sociedad justa y equitativa le trae beneficios a todos, incluyendo a los empresarios. Una sociedad más justa tiene más poder adquisitivo y tiene más capacidad de comprar y realmente replantear los modelos de negocio que tenemos ahora para que, como decía, sean modelos que aporten soluciones desde su creación y generación, o sea, desde el corazón de las acciones.