Por: Annika Hermann, Consultora ASG Senior en Governart
Egresada en Estudio Europeos de la Universidad Católica Eichstätt-Ingolstadt, Alemania, y un Master en Economía Ecológica y Sostenibilidad de la Universidad Autónoma de Barcelona, España. Es Consultora ASG Senior en Governart dónde está liderando las asesorías empresariales en relación a la Norma de Carácter General 461.
El hecho de depender de la información Ambiental, Social y de Gobierno Corporativo (ASG) que reportan las empresas, siempre ha sido un punto desafiante para la Inversión Responsable. Por un lado, porque los informes públicos de las empresas habitualmente no incluyen data poco favorable, dificultando conocer el desempeño ASG real de una empresa y, por otro lado, porque la calidad de la información ASG divulgada depende en gran parte del nivel de recursos y experiencia que tienen las empresas en la materia, aumentando el riesgo de dejar fuera de la inversión las empresas más pequeñas. Se suma el riesgo de greenwashing y/o social washing que cubre tanto el uso equivocado de términos de sostenibilidad, como la divulgación intencional de información falsa o engañosa en materias ambientales y/o sociales.
Para abordar este desafío de la Inversión Responsable de contar con información ASG basada en el desempeño real de una empresa, quisiera destacar la importancia de las regulaciones que exigen a las empresas divulgar información ASG de forma obligatoria y estandarizada.
En América Latina, aunque exista una cifra alta de regulaciones relacionadas a la divulgación de temas ASG, pocas regulaciones son obligatorias y menos aún exigen la aplicación de un estándar de reporte internacional.
En la actualidad, solo Chile y Colombia cuentan con dichos requisitos. En 2021, los reguladores de ambos países promulgaron normativas, que obligan a los emisores de valores de oferta pública divulgar información ASG y, adicionalmente, utilizar el estándar Sustainability Accounting Standards Board (SASB) para reportar los temas financieramente materiales, y los estándares internacionales del Task Force for Climate Related Financial Disclosure (TCFD) para abordar los riesgos y oportunidades relacionados con el cambio climático. En Chile, la Norma de Carácter General 461 (NCG 461) de la Comisión para el Mercado Financiero entró en vigencia a fines del 2022 y aplica a las Memorias Anuales de los emisores con más activos totales de Chile (sobre UF 20 Millones), aumentando su alcance paulatinamente, hasta incluir en el año 2024 a todos los emisores de oferta pública. En Colombia, la Circular Externa 31 de la Superintendencia Financiera de Colombia, establece que los emisores, dependiendo de su clasificación, deberán informar prácticas, políticas, procesos e indicadores, anual y trimestralmente, a más tardar en el año 2024.
Por nuestro trabajo como Think Tank y firma de asesorías ASG, sabemos que gran parte de los emisores chilenos todavía no cumplen con los requerimientos de información de NCG 461. Después de analizar un gran número de Memorias Anuales del año 2021 (previo al inicio de aplicación de la norma), incluyendo a empresas líderes en materias ASG, identificamos que, más de la mitad de la información que requiere la norma, no se divulgaba. En particular, la información que se refiere a Indicadores (de detección de incumplimientos ASG), Personas, Modelo de Negocios y Gobierno Corporativo, es incompleta o poca especifica, como también es el caso para la información divulgada en relación a la materialidad financiera (SASB) y la gestión de los riesgos relacionados al cambio climático (TCFD) y otros riesgos ASG.
Sin embargo, también vimos que durante el año 2022, las empresas no solamente estuvieron haciendo un enorme esfuerzo para levantar la información a divulgar, sino también para implementar nuevas políticas y procedimientos basados en los indicadores de la norma SASB y TCFD. Para ello, las empresas tuvieron que involucrar a las diferentes unidades de la organización en la definición de las políticas y al Gobierno Corporativo en la aprobación de las mismas, generando eventualmente más presencia y una mejor gestión de temas ASG en la organización.
Para las empresas, los motivos para la implementación de estas políticas y prácticas ASG pueden ser querer cumplir con la normativa vigente, satisfacer las expectativas de sus stakeholders o porque ven en la norma oportunidades de mejora en sus compromisos ASG. Independientemente de los motivos que movilizan a una empresa, vemos que una regulación que exige la divulgación de información ASG de forma estandarizada no solamente facilita y mejora la cantidad y calidad de la información ASG divulgada a los inversores y el mercado en general, sino que también es un catalizador para una mejora en la gestión de estos temas al interior de las empresas. Ambos resultados son importantes para un mejor avance y logro de la Inversión Responsable.
Convencidos de esto, desde Governart estamos trabajando en un estudio que analiza el desempeño de los emisores de valores públicos de Chile, evaluando la completitud de la información y la calidad de las prácticas respecto a los requerimientos de la NCG 461. Con el estudio, esperamos poder ayudar a los emisores chilenos en su proceso de adaptación a esta nueva norma, mejorando su gestión y divulgación de temas ASG conforme a los requerimientos de esta. Este avance, además, facilitará a los inversionistas la información respectiva para una toma de decisión de inversión mejor informada.
En conjunto con otras regulaciones, tales como las de taxonomía (definición común de términos ASG), la incorporación obligatoria de aspectos ASG en la matriz de los inversionistas, o una mayor transparencia en las prácticas de inversionistas, agencias de calificación o proveedores de data ASG, esperamos ver más y mejores regulaciones de divulgación obligatoria de información ASG, exigiendo el uso del mismo estándar internacional. Partimos de la base de que este sea el estándar de reporte del International Sustainability Standards Board (ISSB) de la International Financial Reporting Standards Foundation (IFRS), que se publicará en junio de 2023 y que busca la integración de varios de los estándares y recomendaciones actuales: SASB, TCFD y el Climate Disclosure Standards Board (CDSB).
Annika, muchas gracias por el análisis y la entrega de información actualizada. Es relevante que los actores que cumplen un rol en la gestión de ASG conozcan de la realidad contingente; sus prácticas y oportunidades de mejoramiento. Valoro la mirada experta para quienes deben gestionar.