Por: Alejandro Abad, Gerente de Proyectos en Banca de Inversión Bancolombia – Colombia
Ingeniero Administrador de la Escuela de Ingeniería de Antioquia, con Máster en Ingeniería y Administración del Politécnico de Turín y con MBA de London Business School. Ha trabajado durante 6 años en Banca de Inversión Bancolombia en originación y ejecución de transacciones en sectores de industria y comercio. Actualmente, es Gerente de Proyectos y lidera proyectos de fusiones y adquisiciones y financiamiento estructurado.
Los aspectos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo -ASG- juegan hoy en día un papel fundamental dentro de las fusiones y adquisiciones (M&A). Durante la debida diligencia, la revisión del cumplimiento histórico y del manejo actual de temas ASG es cada vez más rigurosa y se busca, principalmente, identificar potenciales contingencias que puedan poner en riesgo la sostenibilidad futura de la empresa. Así, en muchos casos, vemos cómo algunas contingencias identificadas se convierten en deal breakers. De hecho, según BlackRock, el gestor de inversiones más grande del mundo, el 65% de los inversionistas a nivel mundial incorporan criterios de sostenibilidad con el objetivo de excluir activos de su portafolio de inversiones y evitar contingencias futuras. Sin embargo, si bien esta práctica continúa siendo parte integral de las transacciones, la razón predominante para incluir criterios de sostenibilidad en las inversiones es la integración total de los aspectos ASG como inductores de mayor retorno y menor riesgo. Es en esta nueva aproximación donde las bancas de inversión, a través de su práctica de M&A, pueden encontrar nuevas oportunidades, uniendo puntos de compra y venta y canalizando de una forma más eficiente los recursos dirigidos a compañías líderes en procesos ASG. Solo por tener una idea de la magnitud de la oportunidad, las transacciones de M&A a nivel global relacionadas con criterios ASG pasaron en el año 2020 de US$ 92 billones a US$ 102 billones en solo el primer semestre de 2021 y los activos bajo administración relacionados con sostenibilidad superaron por primera vez US$ 1 trillón en el año anterior.
Las bancas de inversión se encuentran en un momento histórico para capitalizar oportunidades derivadas del consenso sobre la importancia de la sostenibilidad.
Los asesores en M&A pueden capitalizar oportunidades de negocio provenientes de la estrategia de crecimiento inorgánico de las empresas. En primer lugar, éstas están cada vez más interesadas en incorporar lineamientos de sostenibilidad dentro de su estrategia de M&A. Por lo tanto, en el proceso de originación de negocios para las bancas de inversión, es importante identificar targets que puedan fortalecer temas medioambientales, sociales o de gobierno corporativo en la cadena de abastecimiento, producción, distribución, venta de productos y administración de su cliente. Adquirir una compañía que permita al comprador dar un salto adelante en temas ASG genera ventajas competitivas que se traducen en la sostenibilidad a largo plazo del negocio, y, además, tiene otras repercusiones positivas como mejor reputación. En segundo lugar, las compañías han comenzado a recomponer su portafolio de productos, servicios, marcas y líneas de negocio, desinvirtiendo en negocios con desempeños modestos (financieros y de criterios ASG) para enfocarse en industrias y segmentos de mayores crecimientos.
Las bancas deben identificar posibles desinversiones que surjan de complementar el ejercicio de revisión de crecimiento y rentabilidad por cada línea de negocio con el entendimiento del cumplimiento de estándares de sostenibilidad, y así determinar un portafolio de productos y servicios óptimo que esté alineado con la estrategia de largo plazo de la compañía. Un ejemplo de un rebalanceo exitoso del portafolio de negocios es Nestlé. Hace alrededor de una década Nestlé comenzó un proceso de desinversión en negocios que no cumplían con criterios de crecimiento y que no estaban alineados con su estrategia ASG, y paralelamente, direccionó estos recursos para adquirir compañías en sectores más atractivos. Entre sus desinversiones, se encuentran la venta del negocio de confitería en Norteamérica a la multinacional Ferrero o la venta reciente de algunas marcas de agua en la misma región. Con estos recursos Nestlé ha podido fortalecer su portafolio de marcas en sectores más sostenibles como la nutrición, suplementos deportivos, proteína vegetal y alimentos orgánicos para mascotas. Finalmente, las fusiones entre competidores para hacer más eficiente los procesos de innovación en temas ambientales, sociales o de gobierno corporativo son cada vez más comunes. Las compañías fusionadas pueden asignar recursos de manera más estratégica con el fin de optimizar procesos y pueden hacer las inversiones necesarias de manera compartida para impulsar nuevas tecnologías más sostenibles. Por ejemplo, en la reciente fusión entre los gigantes Peugeot y Fiat, las compañías podrán hacer un empuje más rápido y eficiente hacia la electrificación en la industria automotriz.
Adquirir una compañía que permita al comprador dar un salto adelante en temas ASG genera ventajas competitivas que se traducen en la sostenibilidad a largo plazo del negocio, y, además, tiene otras repercusiones positivas como mejor reputación.
Adicionalmente, las bancas de inversión pueden encontrar múltiples oportunidades de M&A dado el creciente interés de los fondos de inversión en criterios de sostenibilidad. Hoy en día es cada vez más común ver a fondos de capital privado adquiriendo compañías con vacíos en manejo medioambiental, social o de gobierno corporativo e implementando cambios sustanciales en estas áreas, logrando así retornos a la inversión bastante atractivos. El ESG turnaround se suma a la maximización del EBITDA, arbitraje del múltiplo y apalancamiento del target como inductores de valor del negocio de los fondos de capital privado. Asimismo, han surgido nuevos fondos especializados en impact investing, los cuales, además del retorno económico, buscan impactar de manera positiva temas medioambientales, sociales o de gobierno corporativo. Según estimaciones de la IFC, al cierre de 2019 había 415 fondos privados a nivel global con enfoque en impact investing invirtiendo en sectores como energía, servicios financieros, agroindustria, salud y educación. Las inversiones se realizan a través de diversas clases de activos, pero el private equity juega un papel muy relevante y es allí donde surgen oportunidades de M&A.
Las bancas de inversión se encuentran en un momento histórico para capitalizar oportunidades derivadas del consenso sobre la importancia de la sostenibilidad. El racional estratégico de compra o de venta de compañías se mantiene, la evaluación de sinergias o retorno económico esperado continúa siendo clave del éxito de las transacciones, pero ahora los criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, son un elemento central de la estrategia y del crecimiento inorgánico. Entender las nuevas oportunidades y buscar activamente mandatos de compra o de venta relacionados con temas ASG será ahora bastante común en el proceso de originación de negocios. ¿Cómo banquero de inversión, cuál es su estrategia para hacer parte de la nueva forma de hacer negocios?