Entrevista Paul Polman

2000 1125 Revista RS Edición 98

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En algunos escenarios, usted ha afirmado que las empresas necesitan pensar más allá del cero neto. ¿A qué se refiere con esto?

[PP] Este mundo tiene 4.600 millones de años, si lo pongo en una escala de 46 años, el ser humano apenas tiene 4 horas, la Revolución Industrial empezó hace 1 minuto, y en ese minuto hemos talado la mitad de los bosques del mundo. El WWF publicó el Informe Planeta Vivo, donde dice que hemos perdido casi el 70 % de las especies del mundo: aves, mamíferos, reptiles y anfibios. En esta región, ustedes han perdido el 94 % de las especies. 

Este año, el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra [Earth Overshoot Day], a partir del cual utilizamos más recursos de los que el mundo puede renovar, fue el 28 de julio, así que ya estamos viviendo mucho más allá de nuestros límites planetarios y la madre naturaleza nos envía facturas -nos está pasando la cuenta-. 

Las inundaciones en Pakistán, con un tercio del país (del tamaño de Gran Bretaña) bajo el agua, las olas de calor que estamos viendo, las inundaciones y las sequías. Chile, no muy lejos de aquí, soporta la mayor sequía de su historia. 

Así que el precio que hemos empezado a pagar por este modelo de consumo y de producción que no toma en cuenta los límites planetarios, es cada vez más alto, hasta el punto en el cual las empresas están incurriendo en mayores costos por los resultados de la destrucción de nuestras fronteras planetarias que lo que les implicaría evitar estos problemas en primer lugar. 

Por lo tanto, se está pasando rápidamente de la gestión de riesgos a aprovechar las grandes oportunidades. Las empresas que piensan de la manera que llamamos restaurativa, reparadora, regenerativa; se están posicionando bien para el futuro y crean oportunidades de negocio que serán más rentables, realmente más sostenibles, y las harán más resilientes. Pero para ello es necesario un cambio de mentalidad, donde se pase de ser menos malos a pensar en positivo. 

De modo que construir modelos para pensar en neto positivo es realmente de lo que se trata el futuro. De lo contrario, no vamos a sobrevivir y terminaremos siendo parte de las estadísticas, junto al otro 94 % de las especies.

¿Cuál es el primer paso que tiene que dar una empresa para recorrer el camino net positive?

[PP] Pues bien, son cuatro o cinco pasos, si quieres ponerlo en esos términos. El primero es que los líderes de la propia empresa deben hacerse conscientes de los problemas del mundo. Si no se es consciente, tampoco se pueden tomar las medidas adecuadas. Por consiguiente, hay que darle un propósito a la empresa y averiguar realmente su razón de ser, porque no puede ser únicamente para ganar dinero; también tiene que ser para atacar un problema de la sociedad. 

Lo segundo que debe hacer una empresa es asumir la responsabilidad de su impacto total en el mundo. Muchas empresas solo se responsabilizan de lo que podemos definir como los alcances 1 y 2. ¿Saben qué son los alcances 1 y 2? Básicamente, es aquello que está bajo nuestro propio control, pero también hay que responsabilizarse de toda la huella que se deja en la sociedad. Si estás en el negocio de la alimentación, digamos, como Unilever o Alquería, tienes que considerar la salud y la nutrición, la deforestación, el desperdicio de alimentos. Tienes que ser responsable de todo tu negocio, de todos esos impactos. Ese es el paso número dos.

El paso número tres, entonces, consiste en medir tu impacto. Valoramos lo que medimos. Así que, si medimos donde tenemos el mayor impacto, también podemos centrarnos en dónde queremos hacer las mejoras más significativas.

En consecuencia, el cuarto paso es reconocer que puedo hacer mucho solo, pero que necesito hacer más y para ello debo asociarme; debo formar las asociaciones. 

Y el último paso para las empresas más grandes y valientes es que trabajen junto con la sociedad civil y los Gobiernos para impulsar los cambios sociales más amplios.

Así pues, esos son, básicamente, los cinco pasos que toda empresa puede seguir y que el libro Net Positive explica de manera muy sencilla para facilitar su comprensión, y ha tenido mucha resonancia. El libro está en las listas de los más vendidos en todos los países y va muy bien, pero los comentarios que recibimos de la gente son más del tipo de «ahora entiendo mejor los problemas»; «ahora comprendo cómo mi empresa puede ayudar a encontrar las soluciones»; «voy a establecer objetivos más agresivos»; «puedo ver el poder de las asociaciones», y eso es exactamente lo que estamos tratando de lograr: este cambio de mentalidad que se traduce en acciones diferentes a lo que estamos haciendo actualmente. ¿Está claro eso?

Sí, está claro, gracias. ¿A qué se refiere con el término “empresa valiente” [courageous company] en su libro?

[PP] Me gusta la palabra “coraje” porque viene de la palabra francesa coeur, que significa «corazón». Todo comienza con los corazones. Tenemos que devolver la humanidad a las empresas. Para muchas de ellas, se trata principalmente del balance, los beneficios, las leyes, «yo gano, tú pierdes»; siguen concentrados en subir ventas y comerciar en los mercados financieros.

De lo que se trata es de poner a la humanidad en el centro, de entender que podemos tener éxito a largo plazo si vivimos en armonía con el planeta Tierra, pero también con nuestros semejantes. Y las empresas deben ser valientes, tener el coraje de asumir la responsabilidad de su impacto total en el mundo. 

Se debe tener coraje para establecer objetivos que sean realmente necesarios, los que la ciencia nos diga que son necesarios, y no solo para salir del paso. Se necesita coraje para trabajar con la gente, porque significa que hay que comprometerse. Hay que ser valientes para trabajar en los cambios sociales más amplios y grandes que deben producirse. Por eso me gusta la palabra coraje, porque al fin y al cabo, no se trata de una crisis tecnológica ni de cambio climático ni de seguridad alimentaria ni de desigualdad; esos son síntomas. En definitiva, hablamos de una crisis humana de apatía, de egoísmo, de avaricia, y hace falta coraje para que la gente lo comprenda y realice estas acciones al nivel requerido actualmente. Y por eso las llamamos empresas valientes, formadas por gente con coraje.

¿Cómo prospera una empresa dando más de lo que recibe?

[PP] No es diferente de cualquier relación humana. Si tienes una familia, inviertes en tus hijos porque quieres que se eduquen, quieres que crezcan, quieres que tengan una familia feliz. Algunos lo llaman amor incondicional. Siempre recibí más de mi madre de lo que le di a ella. Recibí más de mi padre de lo que le di a él. Por ello, tenemos esas relaciones tan fuertes. 

¿Por qué no debería ser lo mismo con los negocios? ¿No deberían las empresas tener relaciones sólidas con la sociedad? ¿No deberían las empresas tener relaciones sólidas con las personas a las que sirven? ¿No deberían las empresas tener relaciones sólidas con las personas que trabajan en ellas? ¿No deberían las empresas tener relaciones sólidas con todos los proveedores y socios y la cadena de valor que las hacen exitosas? 

Entonces, si ofreces salarios dignos, la gente será más leal. Si ayudas a crear un aire limpio para que la gente pueda respirarlo, serán más felices. Si garantizas que los hijos de tus empleados tengan una educación, podrán aspirar a un futuro más brillante. Si contribuyes a restaurar la biodiversidad en lugar de destruirla, tu empresa podrá seguir beneficiándose de los servicios que brinda la naturaleza.

Por tanto, pensar en dar es, en realidad, recibir. Cuanto más das en la vida, más recibes. Puesto que las empresas están formadas por seres humanos, no por robots, se aplica la misma filosofía. Cuanto más da la empresa, más recibe. Algunas personas piensan que la avaricia es buena, pero, con el tiempo, la generosidad siempre gana.

Así que hay que ser inteligentes para invertir de una manera que también asegure que el negocio siga teniendo éxito. No estamos hablando de filantropía, pero cada vez resulta más evidente que atacar estos problemas es en realidad menos costoso que no hacerles frente. Fíjense en el costo del Covid-19 : 17 billones de dólares solo en Europa y Estados Unidos. El Covid-19 es una enfermedad zoonótica, como el ébola, el sars, el zika, la gripe asiática y muchas más, porque hemos destruido la biodiversidad. El precio que hemos pagado por ellas es mucho mayor que lo que tendríamos que invertir para salvar la biodiversidad. De hecho, ahora mismo, por cada dólar que invertimos en salvar la biodiversidad, obtenemos un retorno de 16 dólares. Es una gran oportunidad de negocio. Por eso, Elon Musk se pasó a los vehículos eléctricos, porque es una gran oportunidad de negocio, es por eso que podemos ver un crecimiento tan rápido de las energías solar y eólica, y también por esa razón toda la nueva electricidad en el mundo que ha llegado en 2021 y 2022 es energía verde. Porque tiene más sentido económico.

Con todo esto, ahora estamos en un punto de inflexión en el que realmente se puede pensar en dar más de lo que se toma y ser más fuertes financieramente como empresa. De ahí que el mensaje del libro no es simplemente hacer más humanos los negocios, sino que esta es una gran ocasión, probablemente la mayor oportunidad de negocio que hemos tenido en la historia de la humanidad. Francamente, no nos queda otra alternativa; la alternativa de no hacer nada y llevar el cambio climático a tres y medio o cuatro grados, de empujar a más gente a la pobreza, de sufrir más conflictos en el mundo, de tener más refugiados moviéndose de un lado a otro no es un mundo en el que yo quiera vivir.

Por eso, volver al punto de partida no es una alternativa. Además, si le preguntas a la gente, el 95 % de los CEO del mundo entero quieren algo que les funcione mejor. Y yo diría que el 100 % de la gente de todas partes quiere algo que sea mejor para ellos que lo que tenían antes del covid-19.

Así que este es un momento ideal: es la historia de crecimiento del siglo.

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